Los efectos de las bebidas energéticas en la salud
Las bebidas energéticas han ganado una popularidad considerable entre los jóvenes españoles (Redbull, Monster, Rockstar…). Esta tendencia genera preocupaciones crecientes en las autoridades sanitarias. Según una encuesta realizada por el Ministerio de Salud español, cerca de cuatro de cada diez estudiantes, de 14 a 18 años, dijeron haber consumido una bebida energética en los treinta días anteriores a la encuesta.
Los efectos negativos de las bebidas energéticas en la salud de los jóvenes son múltiples y preocupantes. Entre los jóvenes consumidores, un número notable informó efectos adversos como aceleración del ritmo cardíaco y dificultades para dormir. Estos síntomas, que pueden parecer leves a primera vista, indican un impacto más profundo en la salud cardiovascular y el bienestar mental de los adolescentes.
Además, el nombre «bebidas energéticas» se considera engañoso. Estas bebidas contienen principalmente azúcar (alrededor de 10g/100ml), cuya concentración es equivalente a la de un refresco de cola clásico.
La cafeína, presente en cantidades similares al café filtrado, es especialmente preocupante. En los jóvenes no se metaboliza de la misma manera que en los adultos, lo que produce un efecto estimulante más marcado y mayores riesgos de trastornos del sueño, irritabilidad, ansiedad, ataques de pánico y problemas cardiovasculares como la hipertensión y la taquicardia.
La reacción de las autoridades sanitarias
Galicia está preparando una ley para prohibir el consumo de bebidas energéticas a menores debido al aumento de casos de adicción. Otras siete comunidades autónomas de España (Castilla y León, Valencia, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, País Vasco y Navarra) están considerando medidas similares.
El proyecto de ley también pretende limitar la publicidad en torno a las bebidas energéticas para controlar mejor su influencia en los hábitos de consumo de la población.
Francia también afectada
La situación alarmante con respecto a las bebidas energéticas no se limita a España o Canadá, sino que también afecta significativamente a Francia. La Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente y Trabajo (ANSES) en Francia ha reportado más de 200 casos de efectos adversos relacionados con el consumo de estas bebidas.
Entre los síntomas reportados se encuentran sensaciones de opresión o dolores torácicos, taquicardia, hipertensión arterial, trastornos del ritmo cardíaco que pueden llegar hasta el paro cardíaco y problemas neurológicos como irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, ataques de pánico y epilepsia.
Estos efectos adversos son aún más preocupantes cuando se combinan con el alcohol, una práctica común entre los jóvenes. Esta mezcla altera la percepción de los riesgos y aumenta considerablemente el peligro. La presencia de cafeína en las bebidas energéticas enmascara el estado de fatiga y puede llevar a una subestimación del nivel de alcohol en sangre, lo que fomenta un mayor consumo de alcohol y comportamientos de riesgo.
La taurina, otro ingrediente común, se ha asociado con problemas en el desarrollo del cerebro, afectando el aprendizaje y la memoria en los jóvenes expuestos a niveles elevados.
Optar por bebidas naturales como té verde o infusiones de hierbas es una excelente alternativa para obtener energía sin los efectos negativos de las bebidas energéticas.
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