Primera paso: identificar los equipos
Es importante que identifiques cada equipo para saber qué necesita. Esto incluirá verificar la etiqueta de cuidado para asegurarte de seguir las instrucciones del fabricante.
Segundo paso: mantener los equipos limpios
Todas las herramientas deben limpiarse regularmente. Esto significa eliminar la suciedad, el polvo y otros residuos. Utiliza un paño suave y seco para hacerlo. Asegúrate también de lubricar todas las piezas móviles.
Tercer paso: almacenar adecuadamente los equipos
Es importante que separes los diferentes tipos de herramientas. Almacena las herramientas manuales en un lugar fresco y seco, lejos del calor del sol. Las herramientas eléctricas deben guardarse en lugares específicamente diseñados para ellas, como cajones o armarios especializados.
Cuarto paso: inspeccionar regularmente
Revisa con regularidad tus herramientas para asegurarte de que estén en buen estado. Si hay alguna pieza rota o desgastada, repárala o reemplázala inmediatamente. Esto ayudará a prolongar la vida útil de tu equipo.
Quinto paso: usar con cuidado
Es importante que uses tus herramientas con cuidado. Nunca fuerces una pieza o sobrecargues una herramienta eléctrica. Esto puede dañar el equipo o provocar lesiones personales.
