Cada 6 de diciembre se conmemora la vida y obra de 15 santos y beatos, entre los que destaca San Nicolás de Bari. San Nicolás de Bari, también conocido como Nicolás el Maravilloso, es patrón de marineros, comerciantes, niños, arqueros, cerveceros e incluso de ladrones arrepentidos. También se le considera patrón de prestamistas, solteros y estudiantes.
San Nicolás de Bari nació alrededor del año 270 en Patara de Licia, en el Imperio Romano. Pertenecía a una familia de padres cristianos acomodados. En una de las historias que cuentan sobre su vida explican que rescató a tres niñas de ser obligadas a ejercer la prostitución. También recoge la leyenda que calmó una tormenta en el mar, que salvó a tres soldados inocentes de una ejecución y que taló un árbol que estaba poseído.
Durante su juventud, se dice que después de peregrinar a Egipto y Palestina, regresó a Mira donde fue nombrado obispo. También tuvo que hacer frente a una encarcelación debido a la persecución de Diocleciano, aunque fue liberado en la ascensión de Constantino. Se recoge que murió de mayor entre los años 345 y 352, años en los que tendría entre 75 y 82 años.
Además de celebrar la efeméride de San Nicolás de Bari, cada 6 de diciembre se rememora a estas otras 14 onomásticas: Santa Asela, San Bonifacio Sibidense, Santa Dativa, Santos Dionisia y compañeros, San Emiliano médico, San José Nguyen Duy Khang, Santa Leoncia, San Mayórico, San Obicio, San Policronio, San Servio, San Tercio, Beata Luisa María Frías Cañizares y Beato Pedro Pascual.
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