Tu pequeña guía para reducir la sal sin comprometer la salud de tu tiroides
La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa ubicada en la parte delantera de tu cuello. Como parte esencial del sistema endocrino, secreta hormonas que ayudan a controlar tu metabolismo, crecimiento, peso, niveles de energía, funciones cognitivas y mucho más. Por supuesto, para la mayoría de las personas, las funciones normales de la tiroides pasan desapercibidas cuando todo funciona correctamente. Solo cuando desarrollas un problema de salud tiroideo te das cuenta plenamente de sus muchas responsabilidades.
Según la American Thyroid Association (ATA), aproximadamente 20 millones de estadounidenses padecen alguna forma de enfermedad tiroidea (aunque el 60 % de ellos no son conscientes de que tienen un problema). Los expertos dicen que tienes más probabilidades de desarrollar una enfermedad tiroidea si no consumes suficiente yodo, un mineral presente en tu dieta. Como la sal es una de las fuentes más comunes de yodo, las dietas bajas en sodio pueden desencadenar problemas tiroideos en algunas personas, advierten.
¿La buena noticia? Los médicos dicen que aún puedes disfrutar de los muchos beneficios de una dieta baja en sal sin ponerte en peligro. Aquí está todo lo que necesitas saber para reducir tu consumo de sal sin desencadenar un problema tiroideo y cómo ayudar a reparar cualquier daño que ya se haya causado.
Demasiado sodio puede dañar tu cuerpo, pero es posible encontrar un equilibrio
Es difícil exagerar cuán beneficioso puede ser una dieta baja en sodio para la salud de tu corazón, especialmente si tienes un alto riesgo de enfermedades cardíacas. S. Adam Ramin, MD, urólogo certificado y director médico de Urology Cancer Specialists en Los Ángeles, explica cómo demasiado sodio puede causar problemas en tu cuerpo.
"El problema es que cuando comes demasiada sal, los riñones retienen agua para diluirla", explica Ramin. "Esta es una medida de protección que ayuda a equilibrar los niveles químicos de la sangre, necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro corazón. Con el tiempo, esta presión sobre los riñones puede causar daños en los riñones y en el músculo cardíaco."
Una dieta alta en sodio también puede aumentar tu riesgo de desarrollar otras enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que entre los principales efectos en la salud asociados con dietas altas en sodio se encuentran la hipertensión arterial, el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer gástrico, obesidad, osteoporosis, enfermedad de Menière y enfermedad renal.
Cómo reducir el sodio sin dañar tu tiroides
Aunque una falta de sodio en sí misma no daña tu tiroides, eliminar la sal también significa eliminar una fuente importante de yodo, y eso podría tener un efecto negativo. En particular, los niveles bajos de yodo pueden provocar hipotiroidismo, también conocido como tiroides poco activa. Esto ocurre cuando la tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas para satisfacer las necesidades de tu cuerpo.
Las personas mayores pueden estar particularmente expuestas al riesgo de deficiencia de yodo. Un estudio reciente publicado en el Journal of Nutritional Health and Food Science encontró que entre un grupo de 189 mujeres mayores de 51 a 86 años, el 60 % tenía una deficiencia moderada de yodo.
Obtener suficiente yodo a través de otros medios alimenticios
Si deseas reducir tu consumo de sodio sin disminuir tus niveles de yodo, hay varias formas de obtener yodo a través de otras fuentes alimenticias. Esto también puede ayudar a reparar el daño causado a la tiroides que ya ha ocurrido, aunque es importante consultar con tu médico para saber si también necesitas medicamentos u otras intervenciones.
"Hay muchas fuentes de yodo, como el pescado, los mariscos, los productos lácteos, los huevos, los productos enriquecidos con cereales como los cereales, las frutas y las verduras, muchos de los cuales son más ricos en yodo que la sal yodada", explica Chrissy Arsenault, RDN , MBA , dietista registrada en Trainer Academy. Recomienda comer bacalao, atún, camarones, huevos, queso, yogur y leche, que son ricos en este mineral.
Aquellos que buscan seguir una dieta baja en sal también pueden beneficiarse de consultar esta lista de compras baja en sodio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. o esta lista de recetas bajas en sodio publicada por la Clínica Mayo.
Para veganos y vegetarianos
Los veganos, los vegetarianos y las personas que siguen principalmente una dieta basada en plantas que también limitan su consumo de sodio pueden tener más dificultades que otros para obtener suficiente yodo a través de la alimentación.
"El contenido de yodo en alimentos vegetales es inferior al de los alimentos animales debido a la baja concentración de yodo en el suelo", explica un estudio realizado en 2003 en la revista Annals of Nutrition and Metabolism.
Sin embargo, las algas marinas y el nori son excelentes fuentes vegetales de yodo, y en menor medida, los frijoles y las ciruelas pasas. Los suplementos de yodo también pueden ayudarte a aumentar tus niveles.
En resumen, la mayoría de los adultos deben apuntar a obtener 150 mcg de yodo al día. Habla con tu médico o nutricionista si sigues una dieta basada en plantas para asegurarte de obtener suficiente yodo para mantener una función tiroidea saludable.
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