Vía libre para investir a Arévalo tras constituirse el nuevo Congreso de Guatemala

Posesión de diputados en el Congreso de Guatemala

Con cinco horas de retraso sobre lo previsto, los 160 diputados que componen el Congreso de Guatemala para el período 2024-2028 han tomado posesión, permitiendo la investidura como presidente a Bernardo Arévalo de León.

• Los diputados del Movimiento Semilla, principal apoyo de Arévalo, están suspendidos de sus cargos por orden de un juez penal y de una comisión del Congreso, pero estas decisiones podrían quedar sin efecto si así lo decide la nueva junta directiva del Congreso y lo vota el pleno de la Cámara.

Juramentación y festejos por el nuevo presidente

El centro histórico de la Ciudad de Guatemala amaneció repleto de personas para los festejos, con una vigilia desde la noche anterior en la Plaza de la Constitución y conciertos y actividades culturales en las avenidas circundantes durante el domingo.

1. Apenas el viernes 12 de enero la Corte de Constitucionalidad rechazó un último intento judicial por impedir que a Arévalo le fuera impuesta la banda presidencial. Fueron tres amparos los que rechazó la Corte 48 horas antes de la jura.

Apoyo internacional y lucha contra la corrupción

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, anunció que podrían aplicarse sanciones internacionales «contra los que dificulten el normal desarrollo el proceso democrático en Guatemala». La UE considera que la democracia guatemalteca «ha estado amenazada», por lo que había viajar para «defender y apoyar» al Gobierno electo.

Arévalo ha prometido luchar contra la corrupción, el problema que considera más importante en el país de 17 millones de habitantes. La respuesta de los movimientos indígenas y de la comunidad internacional fue clave para sostener la validez del triunfo con 60% de votos.

Desafíos para el nuevo gobierno

Guatemala tiene altos índices de pobreza de hasta 60% y desigualdad, así como retos enormes en materia de infraestructuras y servicios sociales, y el crecimiento de la violencia de las pandillas y el narcotráfico. Lo hará con apenas 23 de los 160 escaños del Congreso, que está en manos de sectores conservadores que ya han asumido un rol de oposición feroz.